Proyectos de
Vida sin Violencia
CALDH ha constatado el continuum de violencias específicas en la vida de las mujeres como un problema estructural, que las limita en sus vidas, particularmente en el desarrollo personal, el ejercicio y acceso a los derechos más elementales y, además, perpetúa las relaciones de poder, generando impotencias y muchas dificultades para decidir sobre sus vidas y sus cuerpos. Sin embargo, también se ha constatado la persistencia y resistencia de las sobrevivientes, en las diferentes etapas de la historia del país, a través de distintas generaciones y en los diferentes ámbitos en la vida de las mujeres.
Dichas constataciones generaron la necesidad de trabajar con mujeres jóvenas, con la idea de que antes de que inicien su vida adulta fuera de su núcleo familiar, puedan reconocer la violencia como un continuum y proyectarse con elementos de reflexión y herramientas que les fortalezcan en el manejo de sus relaciones sociales y puedan establecer una vida social, laboral, de pareja, de maternidad, o no maternidad, con nuevas propuestas libres de violencia. De aquí nació la construcción de proyectos de vida sin violencias con mujeres jóvenas.
La metodología de estos procesos se basa en el convencimiento que la construcción de conocimientos colectivos, mediante la articulación de lo personal y político, hace de cada participante la mejor conocedora de su contexto y de su vida, reconociendo y respetando las reflexiones, análisis, dudas, formas de pensamiento, aprendizajes y aportes de cada una y se ofrecieron herramientas de análisis teórico, y prácticas de sanación y organización.
Los enfoques de la metodología son:
PARTICIPATIVA: Todas las participantes en los encuentros tienen espacios para participar en cualquier momento, hablar, escribir, reflejar sus pensamientos y sentimientos, acuerdos y desacuerdos. Las facilitadoras, generan preguntas, reflexiones, que permiten analizar, co-construir y proponer, junto con ellas.
ESPACIO DE DIÁLOGO: Se potencian condiciones para el diálogo entre todas las participantes, promoviendo que la palabra de cada una y de todas es importante, incluyendo acuerdos, desacuerdos, encuentros y contradicciones como parte del aprendizaje y desaprendizaje.
EXPERIENCIAL: Las sesiones de aprendizaje parten de las experiencias de vida de las participantes, las cuáles son enriquecidas con los aprendizajes, reflexiones y retroalimentación a todo el colectivo.
LÚDICA: La posibilidad de libre expresión del cuerpo, emociones, represiones, traumas y deseos corporales y mentales de las participantes, se trabajan mediante técnicas y herramientas lúdico terapéuticas como pintar, dibujar bailar, componer canciones, y dejar volar su imaginación y capacidades creativas, lo cual contribuye a un ambiente muy agradable, propositivo, y de libertad, que favorece, en cada momento concreto, superar experiencias negativas y abrir posibilidades a la sanación de las heridas.
VIVENCIAL: Todo el proceso parte de la propia experiencia personal de cada una, promueve la indagación de los sentires y saberes, desde lo más interno, con ejercicios que permiten profundizar, tanto en el pensamiento, como en el sentimiento, conectando así el ser individual y colectivo del grupo.
Conozca el proceso Historia de Vida sin Violencia
Restaurando los Hilos de Nuestra Vida
Reflexiones y Sentires
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